No siempre me han gustado los canelones. Hace muchos años,cuando yo todavía era soltero, mi suegra me ponía en un tupper los canelones sobrantes para comérmelos al día siguiente, pero estos eran devorados por mis compañeros de piso. Con el paso de los años han llegado a encantarme, llenos de bechamel y con ese sabor…